Fin de semana

Este fin de semana ha sido precioso. Los dias de sol nos han recordado que ya mismo vamos a estar oliendo a azahar y que la semana santa y la feria ya van a estar aquí.
Ayer Sábado nos contactaron unos amigos moteros y nos fuimos con ellos a una fiesta motera. Lo de la fiesta era lo de menos, teníamos ganas de verlos y yo quería darles algunas entradas porque van a ir a verme el Viernes al estreno en el Teatro. Lo pasamos bien charlando y disfrutando del sol. Después de comer, mi hija me confirmó que mi nieta se quedaba en mi casa para dormir. Yo le tengo preparado un dormitorio con su cama de sábanas de Winnie de Pooh que le encanta. Estuvimos jugando un rato y después de cenar y ver un poco de Disney Channel la llevé a dormir, y por primera vez me pidió que si me podía quedar con ella un ratito mientras se dormía. Le dije que sí y me senté al final de la cama, sin hablarle, mientras ella, después de unos minutos se durmió. Esta mañana se levantó a las 8:30 y se vino a mi cuarto, y tanto mi marido como yo la recibimos como si fuera una fiesta. Ella, por supuesto encantada. Mi hija la recogió a las 11:30 porque yo tenía que salir.
La salida era al parque del Alamillo donde se ha dedicado un árbol que se plantó hace poco en honor a los Donantes. Ellos son la razón por la que yo puedo estar aquí disfrutando de todo lo que he escrito anteriormente. Cuando hay un ácto de estas características yo intento ir porque es lo mínimo que puedo hacer por algo tan importante. Estoy viviendo gracias a la solidaridad de una familia que dijo sí a donar los órganos de su ser querido que acababa de fallecer. Es lo más generoso y más grande que puedes hacer por otro ser humano, regalar vida. Yo cuido mucho el hígado que me dieron, y estoy muy orgullosa de llevarlo. No me importa la cicatriz que tengo porque es algo que representa mi segunda oportunidad. Cuando mi nieta me la ha visto, yo le he enseñado la palabra "trasplante", porque en el futuro ella va a saber qué me pasó y que alguien fué tan generoso que me regaló mi segunda oportunidad de vivir.
Essie